Una batalla. Dos guerreros.
La historia de amor devenida en odio.
Enredados en la vida y en la muerte.
Intersección de felicidad, algunos puntos de encuentro,
y el fracaso latigando sus días.
Esa sombra que se hizo tangible,
convirtiéndose en un presente.
Él se puso en pie de guerra.
Ella no se amedrentó y entró en el juego.
Fuego en el cielo que se cubrió de nubes negras,
presagiando la tormenta.
Choque de fuerzas.
Se miraron como dos tigres en celo.
Ojos fulminantes, garras al acecho y sucedió.
Nunca imaginaron esa escena.
Graciela Portela – 7/5/22
Composición de la imagen: Beatriz Benjamín