Un nuevo libro siempre alegra a los lectores y lectoras. Si es de poesía la bienvenida debería ser más grande. Poco editada y menos leída siempre hay autores que apuestan a los versos. Es el caso de Mario Sabatella quien siempre escribió, pero mantuvo como muchos, su obra para sí mismo. Ahora amigos y familiares han editado su libro de poemas. Quienes tuvieron la suerte de leerlo han dicho que sus poemas son hermosos, claros, sencillos y sentidos. A algunos les ha dado gusto a otros les encantaron. Son sentimientos puestos en figuras literarias han dicho los más conocedores. Agregamos su propia presentación y compartimos uno de sus poemas:
Tengo 73 años y fue en 1992 que buscando una forma de expresar sentimientos, y sin ninguna otra pretensión, me puse a escribir poesía. En aquella época me animé a mandar dos obras a un concurso organizado por “La manzana de las luces” (CABA) donde obtuve Mención Especial. El vértigo de mis ocupaciones no me permitió dedicarle mucho tiempo a la escritura y mis obras fueron muy espaciadas. Una vez jubilado, retomé con más aire y entusiasmo la escritura y fue en concursos de Editorial Dunken de Buenos Aires y luego “Letras como espada” de Toledo (España), que terminé entre los finalistas y mis obras “Por la simple Locura” y “Llamas” fueron publicadas en los libros “Vestigios de la vida” (Dunken) y “Reloj de Sol” (Letras como Espada) respectivamente, recibí un diploma como Finalista en el Certamen Nacional de Literatura “Buenas Letras 2015” y 3ra. Mención en 2do.Certamen Internacional Shincal de Microrelatos a los pueblos Originarios organizado por el mismo Centro. En Junio de 2019 el Instituto Cultural Latinoamericano me otorgó Mención de Honor en el género Poesía en el “66° Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Premio a la Palabra 2019” en el que participaron escritores de 7 países de Latinoamérica. Solo pretendo desde “mi lugar en el mundo” (Chascomús), poder seguir trasmitiendo sensaciones y sentimientos con toda humildad.
Mario Norberto Sabbatella (Seudónimo: Manosa)
Te Esperé
Até mi bote en el muelle esperando que vinieras,
Llegué remando ilusiones en aguas de primavera.
Una mochila de sueños y un sueño lleno de estrellas,
Y la noche se hizo larga… y se hizo larga mi pena.
Y vi cómo la corriente se llevó la luna llena,
Y como el sol que llegaba se tragaba la arboleda.
Había hojitas flotando abrazadas a unas piedras,
Como yo te abrazaría para evitar que te fueras.
Entonces solté mi bote, que a la deriva siguiera,
Con la esperanza que un tronco o una roca lo partiera,
Porque me quedé en el muelle esperando que vinieras.