Estación Hospital de Rocío Tejo: poesía en los pasillos de un nosocomio
Por Juan Manuel Cuello
“Escribir es un modo de intentar apresar algo del mundo, decir algo más y que aún así no alcance”
Rocío nació en Chascomús y es psicóloga. Actualmente desarrolla su profesión como Coordinadora del Equipo de Familia en el Hospital de General Paz (Ranchos), y en Chascomús en donde tiene su consultorio. Escribe crónicas, cuentos y poesías. Su crónica Parpadeantes fue premiada y publicada en el libro Tapabocas por la editorial Milena Caserola en el año 2020. Desde Acá la entrevistó y esto nos cuenta.
¿Querés contarnos por qué le pusiste a tu primer libro de poesías Estación Hospital? ¿Con qué se van a encontrar los lectores?
Primero el libro se llamó Sala de espera, después descubrí que existía ya un libro de poesías con ese nombre, y ahí perdió el encantó. Ese primer nombre se enlazaba con que los poemas aparecieron en la espera hospitalaria en el Garrahan, en pasillos, salas, habitaciones, y la poesía sosteniendo esa espera. Luego vino la idea de cambiarlo por estación hospital, el libro ya estaba terminado, conformaba un recorrido hospitalario, desde la primera poesía hasta la última, como un viaje, fue jugar con la palabra estación en ese sentido, y también por la cercanía de la estación de subte que se llama hospitales, que te lleva a la puerta del Garrahan.
¿Con qué se van a encontrar los lectores en tu libro?
El libro es ese recorrido, son contradicciones, angustias de una madre que acompaña a su hijo a poner el cuerpo en intervenciones. También dibuja el espacio hospitalario, los personajes que seencuentran, el adentro y afuera del hospital que dibujan dos ritmos diferentes, dos mundos.
¿Cuándo y por qué surgió la necesidad de escribir poesía?
Escribía de adolescente pero no como necesidad. Creo que así se presentó cuando tenía veinte años. El porqué, no sabría decirte; creo que es algo muy satisfactorio y sublimatorio. Comencé escribiendo desde el dolor, ahora puedo escribir con más distancia.
¿Se puede escribir poesía en medio del hartazgo generalizado que provoca la pandemia?
Sí, para mí la escritura tiene que ver con una estado subjetivo más que con una situación universal. Habrá que ver en qué condiciones escribe cada une y que implica la pandemia para cada quien. Si pienso en el hartazgo no se me presenta como un impedimento para escribir, por el contrario cuando escribo siento que me muevo y salgo por una ventana, así que sería un buen motivo para hacerlo.
En tus poemas, además de la artista está la psicóloga, ¿cómo se conjugan esas dos visiones o están unificadas?
Es una imposibilidad separar lo que uno escribe y desde donde lo hace, del recorrido y la historia de cada quien. Creo que la psicología y el psicoanálisis son parte de mí como otras cosas. Si bien una profesión puede brindarte herramientas, la escritura está hecha de otras cosas. Escribir, para mí, es un modo de intentar apresar algo del mundo, decir algo más y que aún así no alcance.
Además de la poesía, este año la crónica “Parpadeantes”, recibió un premio en el concurso “Narradorxs y poetas en experiencia de cuarentena” organizado por la editorial independiente Milena Caserola. ¿Qué te llevó a escribir este particular género de relatos?
Cuando supe de la convocatoria, estaba en los primeros días de encierro, y me resultó cómodo abordar la temática de esa experiencia desde el relato. El día me resultaba una masa amorfa, pegada al espacio, y el relato tomó esa forma. Creo que fue cierta fidelidad con narrar lo que venía experimentando, un relato lleno de contradicciones y que intentaba dar cuenta de como ante una hecho mundial, el drama es particular. No hay categorías universales para ver cómo cada quien atraviesa un mismo hecho.
Por último Rocío, ¿Qué es la poesía para vos?
Un respiro.
