por Adriana Del Vitto
La luna me guiña
su pretendida redondez
desde el manto de nubes que la oculta.
No es una noche más.
Es de ésas que se pegan en el cuerpo
de adentro de la piel.
Quizás porque la precedió
un día de soles compartidos,
de asomarse al pasado con ojos de niña,
de paladear afectos y sorber la vida.
Aunque la nostalgia
se cuele por alguna rendija
y el tiempo vuelva
a encerrarse en un reloj.
Cuando la noche acabe,
habrá ganado
una nueva partida.
Irreparablemente.
Como siempre.
Adriana Del Vitto: Dolorense por adopción. Nació en Santiago del Estero. Es licenciada en Letras. Ha publicado cuatro libros (poemas, cuentos y una novela). Trabaja en los Institutos 168 y 26 de Dolores.