por Daniel Oronó
Se recuerda muchas veces al Flaco como un músico con una faceta particularmente histriónica, simpática, divertida, llanamente humorística, siempre enmarcado en esa sensibilidad poética reflexiva, esta última poco habitual para la cultura del rock. Múltiples archivos fílmicos, como también anécdotas narradas de músicos amigos lo confirman en notas recordatorias o en la intimidad.
Algo similar ocurría con Piazzolla quien alguna vez supo confesar que no entendía cómo él siendo un tipo tan jodón hacia una música tan dramática. Claro que no encontramos a Astor en ningún archivo fílmico terminando de interpretar uno de sus densos y dramáticos tangos, haciendo un comentario chistoso en busca de un innecesario anticlímax, el género no lo requería, y lo estético agradecía su ausencia. ¿Por qué en Spinetta sí?
Arriesgo a creer que para Spinetta (como para el rock) cierta certera profundidad creativa (tan alcanzada habitualmente en él) era una tramposa solemnidad que podía prejuiciosamente acartonarlo infelizmente para la visión del género. Son múltiples los ejemplos de esta mecánica en él. Daré dos clarísimos.
Primero, después de interpretar su canción “Mi elemento” como cierre a un programa dedicado a su figura artística, en un programa de Canal á manifiesta de modo payasesco, casi burlándose de sí mismo: – “el elemento es algo básicamente algo de carácter eh…místico y hermético (sonrisa al cámara)”, como no soportando callar ante lo realizado artísticamente, como debiéndolo curar con un barniz de liviandad humorística innecesaria.
Otro ejemplo: en el recital que dio en la Casa Rosada, luego de las elogiosas y sentidas palabras de manos de Alberto Fernández, y recibiendo una estatuilla como reconocimiento y presente, reflexiona humorísticamente, como para permitirse continuar con la música: “¿Cómo hago para desolemnizarlo? ¿Hago por ejemplo un ejercicio aeróbico?”
Doy estos dos ejemplos, por encontrárselos fácilmente en You Tube, pero hay muchos en los recitales que dio. Si bien en cantidades de notas Spinetta postula seriamente su profundo compromiso para con lo creativo, no deja en otra multiplicidad de veces de “curar” su temor a lo solemne con anticlímax humorísticos innecesarios, como forzados, como si el creador detrás del chiste se estuviese disculpando ante el género (rock) de haber alcanzado tamaño lirismo, gravedad creativa o profundidad estética. Bien puede aparecer el spinetteano más intelectual queriendo colocar tales expresiones en el marco de un humor de tintes surrealistas, como por ejemplo en el final del álbum “Un mañana” cuando como cierre del tema “Espuma mística” se dice (…pareciera referirse a esa espuma mística).- («…vestida con una camiseta del club Olavarría de Pernambuco…que perdió anoche 6 a 0 con el Zaragoza de Francia…en un intento por recobrar su lugar en la copa, eh «Encarceladores del Norte…»bue… adelante Rosseau…» – ).
Otros spinetteanos menos intelectuales y más rockeros me dirían que me deje de joder, que el maravilloso flaco era así y listo, que era tan grande y genial que no solo nos sensibilizaba, sino que a veces nos regalaba una humorada, además. Lejos estoy de condenar el humor, y sobre todo el de un artista. El asunto es en dónde ocurría. No me convencen esos argumentos de los spinetteanos bienhechores. No me alcanzan. Quizá porque entiendo que Spinetta era un animal estético al que no se le escapaba – después de tantos años de oficio artístico – el control y dosificación de una cosa y de la otra. Creo en verdad que con su humor repentista o de pretextado surrealismo buscaba alivianar lo que hasta para él, como creador, venía a revelársele con una hondura y peso insoportable (no hablo de solemnidad, por favor), para un género que le quedaba chico muchas veces, y el cual , otras tantas, lo condenaba a tales justificaciones compensatorias.
Daniel Oronó. Docente de literatura, artista plástico (ilustró más de 30 gráficas para «Viajeroinmovilrecord » entre los que se cuenta Litto Nebbia).Trabajó con Elsa Bornemann musicalizando sus versos infantiles. Publicó libros de poesía y el ensayo Spinetta : anhelo de una lirica. Ha brindado talleres literarios y charlas sobre la letristica de Spinetta.