Kintsugi
Arte japonés de reparar fracturas de la cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, plata o platino.
Ha quedado la cicatriz.
Quieta quedará en la superficie.
Es la marca del tiempo y del sufrir.
“Cuando has sufrido daño,
te vuelves más hermoso”.
Adentro hay aire. Una imperfección,
roto el tiempo.
Lo débil y frágil se hace fuerte.
Lo maltrecho se repara, con pocas palabras
y costuras de oro.
Grieta mostrada, vena notable, hilo de sangre,
veta que se amplía y abre.
Para dejar ver
cuán antigua es la historia que nos contaron.
Los párpados
La parte activa me lleva al sueño,
a la duermevela.
La parte pasiva descubre la ausencia
de las estrellas (el deseo).
Y al lamentar esa circunstancia,
provoca la paradoja de lo pleno
en lo vacío.
Quisiera que nada fuera tan intenso
(el adjetivo es erróneo)
como ese padecimiento.
Ambos poemas forman parte del libro Pocas probabilidades de lluvia (Buenos Aires: El Jardín de las Delicias, 2021).
Fabián O. Iriarte nació en Laprida, Provincia de Buenos Aires, en 1963. Es profesor de Literatura Comparada en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Sus más recientes libros de poesía son El punto suspensivo (Batán: Letra Sudaca, 2014), Las causas del desconcierto (Buenos Aires: Zindo & Gafuri, 2016), Sópola temprar (Rosario: Baltasara Editora, 2017), Al comienzo era sólo un murmullo (Santa Fe/Mar del Plata: UNL/EUDEM, 2017) y Pocas probabilidades de lluvia (Buenos Aires: El Jardín de las Delicias, 2021).