Música
¡Vamos las mujeres!
Por Daniel Cocchetti
Fue durante la lectura del libro “Mujeres de la Música” de Ana Lucía Frega (Ed. Planeta – 1994) que llamó mi atención la foto de una quinceañera de alrededor de la década del 20 del siglo pasado. En la breve biografía se resaltaba el hecho de que fue la primera mujer argentina que compuso una ópera. Y aún más: se había estrenado en el Teatro Colón.
Comencé a buscar con avidez entre libros de historia de la Música Argentina, que no son tantos, deseoso de encontrar algún que otro detalle al respecto.
En “Aproximación a la Música Académica Argentina” de Juan María Veniard (Ed. De la UCA) sólo se la menciona en una enumeración de compositores activos en 1950 dentro de la clasificación “otros que no lo son” pudiendo haber escrito “otra que no lo es” dado que sería la única en esa condición. Algo parecido sucede en la “Historia de la Ópera Argentina” de Enzo Valenti Ferro (Ed. De Arte Gaglianone – 1997) en donde, juntamente con una crítica no muy buena, se refiere a ella como “un compositor”.
Un estudio más reciente de la Licenciada Romina Dezillio (Huellas – Búsquedas de Arte y Diseño Nro. 9 2016) revela su correcto año de nacimiento, 1896 y su verdadero lugar: Mercedes, en la provincia de Buenos Aires. Hasta ahora se la creía sanjuanina dado que sus padres trabajaban en esa provincia, pero a raíz de sus constantes viajes laborales sus nueve hermanos vieron la luz por casi todo el país. Fue gracias al célebre compositor Giacomo Puccini, de gira por Argentina, que obtuvo una beca para estudiar en Italia dada sus excelentes condiciones de pianista. Ante esta situación, el padre, aprovechando su amistad con Joaquín V. González y que sus negocios no andaban muy bien busca trabajar en la Cancillería solicitando un trabajo en Italia para trasladarse con toda su familia.
Tanto en Roma, así como también en Viena, su hija estudió piano y composición musical con destacados maestros. De regreso a Buenos Aires -como no es ajeno tanto a varones como a mujeres- se dedicó a la docencia.
La Universidad Nacional de la Plata la tuvo como profesora de piano y compuso entre 1930 y 1945 la ópera “Pablo y Virginia” basada en la novela homónima de Jaques-Bernardin de Saint-Pierre, la cual se estrenó en nuestro primer coliseo el 26 de julio de 1946.
Todavía quedan muchas preguntas acerca de su vida y obra. Otra foto de perfil que la muestra elegantísima, pero con una mirada triste, nos tienta a -por ahora- imaginar las características de su personalidad.
Felicitaciones MARIA ISABEL CURUBETO GODOY (las mayúsculas van por mi cuenta).
P.D. Gracias a la publicación “Antología: La ópera argentina” recopilada por Gerardo Delgado (Ed. Barry-2019) podemos escuchar un fragmento de esta ópera en Youtube.
